martes, 18 de noviembre de 2014

Ansioso de ti

-Escúchame por favor. No he querido decir eso. No te enfades. ¿Quieres saber qué me gusta de ti? Está bien, te seré sincero. Además de por tu carácter y por tu físico, eso ya lo sabes, hay una razón más para amarte como te amo. Cuando nos ven juntos, paseando cogidos de la mano por la calle, los tíos se preguntan: qué tendrá el pringao este para llevar de su brazo (y si es observador verá que encima sonríes) a una pedazo de mujer así.

La amistad

Me acuesto pensando en la suerte que tengo de tener amigos como los que tengo. Es verdad. Para mí es imposible recordar una solitaria adolescencia. Siempre estábais ahí. Debo decir que mis amigos son amigos desde la más tierna infancia. Con una mirada nos lo decimos todo. Nos conocemos a la perfección, sabemos qué nos hace reír y lo que nos hace llorar. Yo pondría la mano en el fuego por todos ellos (en según qué cosas claro, que nos conocemos). Son amigos de verdad, amigos que no huyen de mis desgracias, que a su vez también son como las suyas.

jueves, 13 de noviembre de 2014

¿Qué es la ética?

El principio básico de la humanidad desde que tiene uso de razón, e incluso se podría decir que mucho antes de ser homínidos, es la búsqueda de la convivencia en paz y armonía con ella misma y con su entorno. Desde la aparición de la filosofía en la antigua Grecia, los filósofos han intentado, con mayor o menor acierto, dar respuesta al significado de todo aquello que nos rodea, ya sean sentimientos, objetos tangibles y no tan tangibles. La evolución del ser humano, qué somos, cómo somos y cómo hemos llegado hasta aquí fue, ha sido y está siendo la raiz principal de la Filosofía. Dentro del cómo somos, el estudio de la ética, de la moral humana, de sus valores, es uno de los debates más discutidos. La búsqueda del significado de qué es bueno, qué es malo y su relatividad ha ocupado a lo largo de los siglos páginas y páginas de tratados filosóficos sin que se haya llegado aún, a día de hoy, a ningún consenso.

El juego del amor

-No estoy enamorado de ti
Se lo soltó así, de sopetón, mientras conducía para llevarla a casa, bajo la lluvia. Una frase acorde con el tiempo.
-¿Y? -respondió ella sin apartar la vista de la calzada.
Él la miró unos segundos, extrañado. No se esperaba aquella respuesta. Se esperaba todas la respuestas del mundo menos aquella. ¿Y? ¿Y? ¿Qué cojones significaba aquel "¿y?"? ¿Significaba que ella no lo amaba a él? ¿Que no le daba importancia al sentimiento que movía el mundo? ¿Que no le creía? ¿Qué quería decir? Aquel juego se le había vuelto en su contra. Esperaba haber visto en su rostro alguna señal que le dijese hacía dónde iban, si valía la pena dejarlo todo por ella. Pero nada más lejos de la realidad. Con un "yo tampoco a ti" la señal habría sido muy clara, aquella noche habría sido la última. Si ella se hubiese puesto a llorar habría sabido que ella sí lo amaba a él y sabría qué camino tomar. Pero su indiferencia lo había noqueado. Y ahora no sabía qué decir, sólo preguntar por aquel "¿y?".

La casta


Se me cae el alma al suelo cuando oigo a un político decir que está indignado porque un periódico le acusa de tener millones en Suiza. No sé qué decir. Bueno sí, que hay que tener cara dura para aparecer en los medios y soltar semejante barbaridad.
Hay que tener cara, mucha cara, primero para seguir siendo político en España, segundo para seguir siendo político de partidos mayoritarios y tercero para recriminar a otros políticos sus deshonestas conductas cuando ustedes hacen cosas mucho peores. Hay que tener poca vergüenza para no dimitir del cargo cuando a uno se le imputa en un caso de corrupción o negar que ha robado cuando sumarios de miles de páginas dicen lo contrario. Debe ser un trabajo muy provechoso este de político cuando se aferran al cargo a pesar de ser unos parias y unos chorizos. Debe valer mucho la pena no poder criar a sus hijos como cualquier otro trabajador, estar 18 horas fuera de casa, pasarse el día en la oficina entre montones de papeleo, jugarse su matrimonio yéndose de putas con algún otro desgraciado como usted. Les debe compensar mucho ser unos hijos de puta sin escrúpulos. Si no recuerdo mal, al político se le dio un sueldo porque nadie quería dedicarse a tan noble tarea sin cobrar nada. Es decir, nadie quiso ayudar a su pueblo hasta que se le dio un sueldo por ello. No lo recrimino, puesto que yo sé lo que es eso (a menor escala). Sé que es duro pasarse el día fuera de casa, encontrar trabas a cada propuesta que uno hace para mejorar la situación de sus compañeros, saber que hagas lo que hagas tus compañeros te lo van a criticar, pasarse horas y horas reunido para nada (dos no negocian si uno no quiere), y llegar a casa baldado y encontrar a su mujer y sus hijos metidos en la cama. Sí, es muy duro y poco gratificante, lo sé, pero nadie les obligó a hacerlo. Ustedes se metieron en política para ayudar a sus semejantes, ¿qué les pasó por el camino? Supongo que vieron que no podían con su enemigo y se unieron a él.