viernes, 9 de enero de 2015

Charlie Hebdo

Supongo que el haber leído unos cuantos libros sobre los Illuminati, los masones, el CFR, el Club Bilderberg y los clanes de los Rotschild y los Rockefeller me ha vuelto un poco paranoico, pero al leer todo lo que está sucediendo en Francia a raíz de los atentados a la revista Charlie Hebdo no puedo dejar de pensar en quién maneja los hilos y qué puede ganar con este atroz suceso. No hay que ser muy listo para saber quién gana en una guerra (petroleras y empresas armamentísticas) y quién pierde (población civil y soldados). Desde que Obama anunció la retirada de tropas de Irak, algún cabrón seguro ha estado pensando qué hacer para seguir ganando dinero. Hoy día, el mundo Occidental (los "buenos") tiene dos grandes enemigos: el Islam y el comunismo. Tras la caída de la URSS y la finalización de la Guerra Fría, el comunismo ha pasado a un segundo plano, ya que hoy día ser comunista en un estado capitalista incluso está bien visto y China vive y deja vivir (salvo a los tibetanos). No es así con el Islam. El racismo religioso está introduciéndose fuertemente entre nosotros, ya muchos de nosotros ni lo entendemos ni lo apoyamos. Y los mismos árabes no ayudan mucho a que pensemos bien de ellos, con sus mujeres tapadas de pies a cabeza, robando a los guiris en el metro o asesinando a dibujantes inocentes que su único delito fue expresarse libremente. Tampoco los medios de comunicación ayudan a comprender las ideas que Mahoma dejó plasmadas en el Coran, un libro que la sociedad europea católica ni se ha molestado en leer. Eso de conocer al enemigo no va con nosotros. Muchos de nosotros conocemos quién era Jesús y sus enseñanzas porque de pequeños nos obligaban a tener una asignatura llamada Religión. Sabemos que hay dos testamentos, que los discípulos eran 12 y que hay que poner la otra mejilla. Si les pregunto qué saben del Coran, muchos de ustedes seguro que me responden lo obvio, lo que nos dice Matías en cinco minutos y poco más. Y ese desconocimiento nos lleva al temor, y el temor al odio. Odiamos y tememos lo desconocido, esto es así. Pues bien, odiamos y tememos a todo lo que rodea el Islam y este temor hace que apoyemos el envío de tropas a Oriente para acabar con el fundamentalismo islámico y así pagar las facturas de cirugía estética de la mujer del señor que hace balas. Para ir a la guerra primero hay que buscarse un enemigo. Y hoy día si la guerra es en Siria, Irak, Irán o Cisjordania, si no la apoyamos pues nos da un poco bastante igual. Pero lo sucedido en Francia me ha dado qué pensar. ¿Desde cuando los yihaidistas visten como Ethan Hunt en Misión Imposible? ¿Cómo es posible que estos dos hermanos, ya conocidos por la policía, tuviesen en su casa fusiles automáticos sin el conocimiento de los cuerpos de seguridad? ¿Por qué no se inmolaron una vez estuvieron dentro de la redacción si lo que querían es acabar con la publicación de viñetas sobre Mahoma dándonos así una lección inolvidable? ¿Puede alguien que no sea un profesional de la muerte tener la sangre fría (helada) de disparar a bocajarro a un policía indefenso que clama clemencia desde el suelo? He leído también que los dos yihaidistas han perdonado la vida a civiles en su huida. ¿Desde cuando a un yihaidista le importa la vida de civiles cuando son capaces de arrasar escuelas en sus ataques? ¿Desde cuando también le importa al gobierno francés la vida de un rehén cuando han dejado morir a compatriotas periodistas a manos de salvajes en África? ¿Seguro que con los terroristas no se negocia? ¿O es que lo que pase de puertas afuera no es problema suyo? ¿Cinco helicópteros y los cuerpos especializados en contraterrorismo rodean la casa y no son capaces de abatir a tiros a dos hermanos que tienen dos automáticas y un sólo rehén? ¿Qué estará pasando en Israel mientras el mundo entero no aparta la vista del país galo?
Son muchas las preguntas que me invaden y que no tienen respuesta. Sinceramente, creo que nos toman por gilipollas (y no es para menos) y nos hacen ver la vida del color que ellos quieren. Nos engañan, nos ocultan información, nos dicen lo que queremos oír para seguir con sus planes. El ébola aparece sólo en África, ¿a quién le importa África? ¿Que el SIDA mata a homosexuales?, pues que se jodan los "raritos". ¿Que desaparece un avión lleno de filipinos?, pues se da el pésame a los familiares y aquí no ha pasado nada. Y lo peor es que nadie se pregunta por qué.
Mi conclusión es la siguiente: se deshacen de los religiosamente incorrectos. Gays, negritos, islamistas, comunistas... Hay un mal para cada uno de nosotros, de los que molestemos. Ya digo ahora que dudo mucho que salga un virus que mate a todos aquellos que viajan en primera clase y vistan de Armani. Yo no veo la casualidad por ninguna parte. Me gustaría equivocarme pero creo que nos están preparando para que apoyemos la erradicación de la religión musulmana y lo hacen así, provocando que odiemos y temamos a nuestro vecino de piel oscura. Ustedes verán, pero si quieren saber más sobre quién domina nuestra mente en Internet es fácil encontrar artículos de gente infinitamente más preparada y creíble que un servidor. Yo digo para mis adentros sólo una cosa: hasta que no borremos de nuestra mente cualquier atisbo religioso, Oriente y Occidente seguirán en guerra. Dejemos la religión para aquellos que desconocían la evolución humana y las armas para los directores de cine, todo nos irá mejor así.

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