domingo, 12 de abril de 2015

El periodismo español

Hace ya tiempo que deseaba meterme con el periodismo de este país. Y digo periodismo, no periodistas, porque para ser justos uno debe admitir que los periodistas españoles son simplememte actores guapos que comunican sólo lo que sus jefes quieren que comuniquen. Tengan o no ideologías políticas o creencias religiosas, lo cierto es que la imparcialidad de estos "profesionales" depende únicamente de la mano que les da de comer. Por suerte, mi trabajo me permite decir lo que pienso, y parece mentira que el estandarte de la libertad de expresión carezca de ella. Es decir, un periodista es hoy día un mercenario que lucha hoy en un bando y mañana en otro para poder dar de comer a su familia. Ni más ni menos. Supongo yo que cuando uno decide estudiar la carrera de periodismo no se plantea que el día de mañana puede que esté justificando la misma reforma estudiantil que siendo estudiante criticaba con tanto ímpetu, o que deban cantar gol a pleno pulmón del Real Madrid en una final de la Champions cuando su corazón es cien por cien blaugrana, o que se pasen el día entero persiguiendo a la Pantoja por toda Marbella. Eso lo supongo yo, porque si no fuese así, si les diese igual cualquiera de estas opciones, entonces los televidentes estaríamos jodidos. Que ya lo estamos. No les reprocho que renieguen de sus creencias para llevar dinero a casa, en este país cada día que pasa es más común ver trabajadores que hoy critican lo que mañana hacen, pero sí podrían hacerlo con cierto disimulo, sin tomar a los espectadores por idiotas. Y estos trabajadores de la información, con un "lo mío es diferente" lo solucionan todo. Yo mismo debo reconocer que no tengo creencias que valgan, no soy ni de derechas ni de izquierdas (si todavía existen estas dos vertientes), ni capitalista ni comunista, ni nacionalista ni independentista, ni creyente ni agnóstico, yo halago a quien se lo merece y critico al otro tanto. No me caso con nadie. En ese sentido, supongo que sería un buen periodista, si mis padres me mantuviesen, claro. Pero este hecho hace que el periodismo español sea cutre de cojones.
Cuando uno llega a casa y enciende el televisor sólo pretende dos cosas, informarse y entretenerse. Si pones las noticias es para estar informado de lo que pasa en el mundo, cuando pones cualquier otro programa es para entretener el cerebro, para evitar pensar en la mierda de vida que llevamos los de aquí abajo. Pero aunque creamos que esto es así, no es verdad. Los telediarios no informan, más bien desinforman, y los programas de entretenimiento, bueno, cada vez dejan más que desear. Pero aunque achaquemos a la televisión los programas de mierda que dan, muy bien llamados programas basura, por cierto, la verdad es que hay que ser lógico y si ya se han hecho catorce ediciones de Gran Hermano, por algo será. Dicen que la cultura de un país se mide por su programación televisiva, pues yo definiría al español medio como alguien inculto, sin ambición, despreocupado, vago, egoísta y huraño. La televisión de este país está repleta de debates sin sentido, de informaciones parciales, de programas donde sólo el físico importa o de series inverosímiles en las que puedes saltarte cien capítulos y continuar el hilo como si fuese ayer el último día que la habías visto. No hay rigurosidad, ni se contrasta la información, ni se da información, se ocultan cosas o se pronuncian palabras incomprensibles (la última que me hizo reír a carcajadas era "crecimiento negativo"). Los españoles somos unos incultos, y los guionistas lo saben. Pocos saben lo que realmente significa una economía liberal, o la palabra intervencionismo, cómo funciona la inflación, por qué estamos en crisis, cuánto pagan las petroleras por el barril de crudo, cuánto se embolsan estas petroleras por cada litro de gasolina que le echamos a nuestro coche, por qué no hay más energía renovable o si simplemente si lo que dicen en los Telediarios es verdad o mentira. ¿Y por qué? Lo primero es porque nos importa una mierda, sino La 2 tendría un share de la ostia. Al español medio le importa una mierda si podríamos vivir sin pagar electricidad pero sí le importa con quien se acuesta la choni de turno de GH14. Somos así. Pero aunque nosotros seamos los responsables de nuestra telebasura, hay otros que son casi tan responsables como nosotros de lo que nos tragamos en televisión. Y de ellos voy a hablar ahora mismo.
En España hay cuatro grupos que controlan todos los medios de comunicación de este país. Dejando de lado RTVE y las autonómicas, que son dirigidas al antojo por los distintos gobiernos del territorio, estos grupos a su vez son manejados por personajes poderosos de nuestro país. Hagamos un breve esbozo para no liar la troca y verán quién controla la información en este país. Debo informar antes de nada que estos medios de comunicación no están controlados por una sola persona. Estas empresas son conglomerados de distintas empresas que a su vez se reparten las acciones y controlan varios medios a la vez. Lo cierto es que seguir la pista de muchas de ellas hasta dar con el que verdaderamente manda es muy difícil, por eso pido disculpas de antemano si la información dada aquí es incompleta, tampoco dispongo de los medios ni del tiempo necesario para una investigación profunda. Como he dicho antes, es una pincelada para que se hagan una mínima idea de quién nos informa en este país y por qué en unos noticiarios dan unas noticias y en otros otras.

Unidad Editorial: El Mundo
La mayoría de los inversores de Unidad Editorial son empresas extranjeras, en su mayoría italianas. Unidad Editorial pertenece a RCS MediaGroup, que a su vez es propiedad de un conjunto de empresas transalpinas como FIAT, el banco MEDIOBANCA, PIRELLI y BENETTON. Como pueden ver, la mayoría de estas empresas no tienen nada que ver con la información, algo muy significativo. Eso sí, como podrán ir leyendo, los bancos están metidos en todas las corporaciones mediáticas, y eso debería preocuparnos. Entre los principales accionistas de RCS MediaGroup está la familia Agnelli, conocida por ser la propietaria del equipo de fútbol de la Juventus de Turín. Esto me ha recordado el caso español de la familia Ruiz Mateos, que también era propietaria del equipo de fútbol del Rayo Vallecano. Y pienso yo.... ¿ser dueño de un equipo de fútbol da algún beneficio fiscal o simplemente sirve para lavar dinero sucio? Mmmmmm. Lo cierto es que no es necesario que las distintas empresas que controlan Unidad Editorial digan lo que el periódico El Mundo debe sacar en portada, para eso tiene un director, pero sí pueden marcar la linea ideológica a seguir, ideología neoliberal, por cierto. De lo que sí estoy seguro que a FIAT, MEDIOBANCA, PIRELLI y BENETTON la publicidad les sale gratis. Como último apunte, decir que RCS MediaGroup es también propietaria del periódico italiano Corriere della Sera, también de corte neoliberal.
Un apunte. Para que quede claro, según la Real Academia de la Lengua Española, el neoliberalismo es una teoría política que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado en las empresas. Es decir, para que se hagan una idea, todos aquellos que aboguen por la privatización de los servicios públicos de un país son neoliberales, generalmente los partidos de derechas y ultraderechas como PP o en Cataluña CiU.

Grupo Intereconomía: Radio Intereconomía, La Gaceta, Intereconomía TV
El grupo Intereconomía es uno de los grupos más complicados de seguir, ya que su propiedad la comparte con Vocento en su canal de televisión. En su momento, Intereconomía estuvo a punto de quebrar y Vocento le dio una ayudita a este medio para que sigamos disfrutando de la magnífica programación que nos ofrece el canal del toro. Este canal de televisión es propiedad de un grupo llamado SGTnetTV (Sociedad Gestora de Televisión Net TV), que participa en tres canales más y de muy distinta índole: Disney Channel, MTV España y Paramount Channel. En esta Sociedad Gestora, Vocento posee más del 50% de las acciones y el grupo Intereconomía alrededor de un 25%. Es curioso como el restante 25% es propiedad de Disney. Es decir, un grupo infantil como es Disney participa en un medio español que casi se sitúa a la extrema derecha, así que si quieren que sus hijos sean unos futuros líderes autoritarios de bigote ancho déjenles ver los dibujos que dan en Intereconomía, si los dan, porque en mi vida he visto yo ese canal en casa.
En lo que se refiere concretamente al Grupo Intereconomía, es el que gestiona el diario La Gaceta y Radio Intereconomía. Su propietario es Julio Ariza Erigoyen, ex diputado del PP catalán y situado a la derecha del partido político al que está afiliado. Su estrategia mediática es fácil, hacerse oír. La verdad es que en el mundillo de los medios de comunicación la máxima de "hablen bien o mal de tí, lo importante es que hablen" se lleva al dedillo. Y lo cierto es que tanto el periódico La Gaceta como el canal Intereconomía dan mucho de qué hablar. Lo que encontraba yo extraño era que los otros medios hablasen de dicha cadena de televisión aún sabiendo que le beneficiaban, ya que hablar mal de alguien siempre ha provocado curiosidad en los oyentes y es muy difícil reprimir ver aquello que nos prohíben. Pero ahora lo entiendo todo, si más que todos los medios de comunicación son uno mismo, y uno no podría funcionar sin aquel que lo critica. Es triste pero es así. Se podría decir que son pactos de no agresión, todos se mantienen entre sí. Así pues, para resumir, pese a la falta de dinero, Intereconomía sigue en antena, apoyando la extrema derecha de este país, que es mucha y acaudelada. Es más, los principales medios de comunicación de ideología marcadamente neoconservadora son propiedad de estos dos grupos: Intereconomía y Vocento.

Vocento: Intereconomía TV, ABC
Intereconomía TV, como hemos visto, pertenece en más de la mitad de las acciones a Vocento, que a su vez controla el diario ABC. Es la familia Luca de Tena, descendientes del fundador del periódico Torcuato Luca de Tena, la que posee alrededor del 10% de la propiedad de Vocento. La familia Luca de Tena es propietaria de un marquesado desde 1929, dado por Alfonso XIII al fundador del periódico ABC y Prensa Española. Dicha familia siempre ha sido monárquica, aunque también estuvo arraigada a Franco y más recientemente a Manuel Fraga. Otras familias que poseen acciones en el grupo Vocento son la familia Ybarra, dueña de Altos Hornos de Vizcaya y uno de sus integrantes, Emilio Ybarra, es presidente del BBVA. La tercera familia que está presente en Vocento es la familia Aguirre. La familia Aguirre, al igual que la familia Ybarra, son dos de las familias más importantes dentro del mundo industrial vasco. Esta familia, de la que desciende la tan adorable ex presidenta de la Comunidad de Madrid, también posee títulos noviliarios y también está vinculada al BBVA. Dicho esto, no debe extrañar el carácter conservador y empresarial de ABC. Es fácil adivinar qué banco le dará un préstamo a ABC si las ventas van mal, ¿no?

Mediaset: Tele5, Cuatro
Mediaset es uno de los más importantes grupos mediáticos que hay en España, dado que posee Telecinco y Cuatro, dos de las cadenas que se llevan más share del país. Telecinco y Cuatro, además de estar controlados por Mediaset, también, pero en menor medida, dependen del Grupo Prisa. Mediaset pertenece a Finivest, grupo mediático propiedad del showman Berlusconi. Es el hijo del ex presidente italiano el que preside el grupo Mediaset, Pier Silvio Berlusconi, y su hija Marina Berlusconi preside Finivest. Ambos primogénitos controlan la mayor parte del panorama mediático italiano y español, junto a RCS MediaGroup, antes ya mencionada. Ahora podemos entender más claramente el marcado acento sexual y humorístico de la cadena. No mienten cuando dicen que los perros se parecen a sus dueños. Esperemos que las futuras mamachicho tengan más de 18 años.

Prisa: El País, Cadena Ser
Prisa es uno de los grupos más relevantes de la comunicación española, ya que el diario El País y la Cadena Ser son dos de los medios de comunicación más leídos y de este país. Recordar que la Ser también está integrada por la emisora 40 Principales, Cadena Dial, M80 Radio, Radiolé, Máxima FM y Ona FM. El accionariado del Grupo Prisa se divide en múltiples pequeños accionistas que a su vez se fusionan y se dividen hasta que practicamente es imposible descifrar quién manda en el Grupo. Sí podemos aventurar que el principal propietario de este grupo de comunicación es Liberty Acquisitions, la mayor SPAC que existe hoy día en el mundo.
El holding Liberty Acquisitions es integrado por empresas que todos hemos oído alguna vez y que están vinculadas a crisis, primas de riesgo, bolsa, blanqueo de dinero, etc. Algunas de estas empresas son: Goldman Sachs (uno de los fondos de inversión y gestión más importantes del mundo); el banco suizo Credit Suisse (uno de los bancos que tiene más protagonismo en cuentas opacas); Soros Fund (propiedad de George Soros, uno de los inversionistas y especuladores financieros más importantes del mundo para bien y para mal); Deutsche Bank (principal banco alemán conocido por su protagonismo en la concesión o no de créditos a paises europeos al borde de la bancarrota); Morgan Stanley (entidad financiera americana y que funciona como banco de inversiones y agente de bolsa); y el Bank of America (gigante de la banca norteamericana y segundo banco más importante en lo que a volumen de activos se refiere sólo por detrás de J. P. Morgan). Estas son algunas de las empresas más relevantes que conforman el holding Liberty Acquisitions, aunque hay muchas más pero que se hace muy difícil enumerar dada a su entrada y salida constante de acciones, cambios de porcentajes, etc. Es decir, Liberty Acquisitions es una de las empresas que "ordena" el mundo. También el grupo Prisa tiene como dueños al Banco Santander, La Caixa de Pensions y el HSBC (banco de Shangai y uno de los bancos más importantes del mundo). Estos tres bancos poseían aproximadamente un 20% del total de las acciones en el año 2012. Además, también entra en el accionariado de Prisa importantes empresas españolas como Telefónica, o clanes familiares como la familia Polanco, antigua propietaria del grupo y que conserva acciones a través de la empresa Promotora de Publicaciones S.L., y en cuya promotora se encuentra como principal accionista el presidente del Grupo Prisa, Juan Luís Cebrián. También participan de Promotora de Publicaciones S.L., además de la familia Polanco, Ramón Mendoza hijo o Álvaro Noguera. Dicho esto podemos ver cuán difícil es clarificar quienes son los dueños del Grupo Prisa, que también tiene participación en Gestavisión (Telecinco y Cuatro). La mayoría de las empresas de comunicación mundiales están conectadas unas a las otras mediante estas telarañas de acciones que al final acaban todas en pocas manos. Esta es la manera que tienen los hombres más ricos y poderosos del planeta de controlar todas las empresas privadas y públicas sin levantar sospechas sobre los monopolios empresariales de los que son dueños y cómo controlan precios, artículos e incluso nuestras vidas. Es fácil, si yo quiero controlar una empresa sin que sepa nadie que la controlo yo, deberé controlar mil empresas y que estas mil empresas controlen la empresa final. Así, seguir la pista de quién posee más o menos acciones de un Grupo comunicativo es tarea casi imposible.

Radio Popular: COPE
Como ya sabrán muchos de ustedes, la Conferencia Episcopal es la que controla el grupo llamado Radio Popular, o lo que es lo mismo, la COPE. Como pueden ver, ni la Iglesia se quiere quedar fuera de la manipulación de los medios y de la información que se le da al ciudadano. Por algo será. En este grupo son las Diócesis las que poseen también una parte muy importantes del accionariado. Radio Popular, o lo que es lo mismo, la Iglesia española, ha invertido mucho dinero en el canal de televísión 13TV, un dinero que podría haberse empleado en ayudar a los pobres que sufren más con la crisis y que precisamente era su jefe, Jesucristo, quien abogaba por esto último y su razón de ser. No voy a entrar aquí a discutir lo que debe o no debe hacer la Iglesia ni las numerosas obras de arte que tiene bajo llave, ni los prelados viciosos que entre catequesis y catequesis se tocan mirando como se desnudan sus pequeños fieles ante ellos, ni la poca labor social que hacen mientras se ponen hasta el culo de caviar, o el dinero que ganan blanqueando moneda para la mafia italiana, etc. Creo que aquel que sea un poco mayorcito y con dos dedos de frente sabrá ver qué es lo que hace bien la Iglesia y qué hace mal. Por mi parte simplemente decir que 13TV es un bolsillo sin fondo y se mantiene gracias a que la Cadena COPE aún tiene buenos niveles de audiencia porque ha sabido renovarse y renovar su parrilla radiofónica. Que tontos tampoco son.

Grupo Planeta: La Razón, Antena 3, Onda Cero, La Sexta.
Con la aparición de Mediaset, el Grupo Planeta también ha tenido que reinventarse para hacer frente a pérdidas de audiencia a favor de su mayor competidor. Con la compra del canal de televisión La Sexta, A3media ha subido en competencia. El periódico estrella de este grupo de telecomunicación es La Razón, aunque también es dueña de la cadena Onda Cero de radio. El Grupo Planeta pertenece al grupo inversor Inversiones Hemisferio, cuyo propietario era hasta hace bien poco también el dueño del Grupo Planeta: Jose Manuel Lara Bosch. La familia Lara, una de las más importantes familias editoras de España, también ha sido propietaria del R.C.D. Español de fútbol y posee alrededor de un 5% de las acciones del Banco Sabadell, del que Jose Manuel Lara también era miembro del consejo de administración del banco.

Visto esto, quiero transcribir aquí un ejemplo claro de lo que es el periodismo en este país. En el libro del ex ministro José Bono, éste narra una conversación con Pablo Sebastián donde el periodista le comenta: "Yo me fui de El Mundo porque [Pedro J. Ramírez] no me dejó escribir tres artículos críticos sobre Aznar, y entonces me dijo que "en el periodismo español hay que estar con el PSOE o con el PP"".
No es el único comentario que existe en este libro, muy recomendable por cierto, sobre el periodismo español. En el mencionado libro, como en otros leídos por mí y cuyo temática es la siempre complicada política española, los medios de comunicación son más propagandistas de su ideología política que informadores de la actualidad nacional. Por ejemplo, la Iglesia española, más concretamente el cardenal Rouco Varela, se desentiende de los insultos que desde la COPE se lanzan a la izquierda política de este país, mientras que en El País se critica a la derecha con total subjetividad. Después existen empresarios todopoderosos como el ya nombrado Pedro J. Ramírez, que da leña a diestra y siniestra dependiendo de donde le sople el viento. También las cadenas autonómicas, mantenidas por los distintos gobiernos autonómicos de turno, tienen lo suyo. En el libro "Mentiras en directo: la historia secreta de los telediarios", de la periodista Mariola Cubells, narra ésta cómo los programas de la televisión gallega emitían siempre a ese señor llamado "Don" Manuel Fraga o sentado o de pie pero estático para que ningún gallego supiese que su presidente cojeaba, algo que le hacía parecer enfermo y no capacitado para la ajetreada vida política. Así mismo, todos hemos oído las críticas a la desinformación de Telemadrid, cadena privada de Esperanza Aguirre cuando era la presidenta de la Comunidad, o como el presentador Urdaci, siguiendo órdenes, pronunció las siglas de Comisiones Obreras para que los despistados telespectadores no supiesen de qué hablaba, o los vergonzosos insultos de algunos tertulianos y presentadores al pueblo catalán desde cadenas locales o autonómicas andaluzas y que corren como alma que lleva el diablo por YouTube. Estos pequeños pero significativos ejemplos dan una idea de la clase de información que tienen hoy los españoles de la actualidad de su país. Pero no sólo en España ocurre semejante aberración periodística. En E.E.U.U. por ejemplo, todos recordaremos el ataque del 11-S a las Torres Gemelas. Nadie en el mundo pudo ver ni una sola imagen del avión estrellado contra el Pentágono, o más recientemente, nadie en el mundo ha podido ver ni una sola imagen del cadáver del hombre más buscado del planeta, Osama Bin Laden, capturado por los grupos de élite estadounidenses, aunque sí pudimos ver el linchamiento y el ahorcamiento de Sadam Hussein por el pueblo irakí. Todos los países, o la gran mayoría, manejan sus cadenas estatales a su antojo, que para eso se gastan el dinero del contribuyente en ellas.
Cuando leí, hace ya muchos años, el libro antes mencionado de Mariola Cubells, tomé una decisión: nada de ver informativos nacionales o autonómicos. Un trabajador jamás morderá la mano de aquel que le da de comer, y menos en los tiempos que corren. Deshechada la televisión pública, sólo me quedó una opción, las cadenas privadas. Pero como también las cadenas privadas tienen dueños con intereses economico-políticos, tomé otra decisión: ver los telediarios de la oposición. Así, mientras gobernaba la izquierda, yo veía los informativos y leía los periódicos de derechas, y al revés. Eso hacía que pudiese ver la otra cara de la moneda, o eso creía yo. Tiempo después pude darme cuenta de que unos y otros omitían mucha información que afectaba por igual a ambas partes, descubriendo que todos son perros que lo único que les distingue es el color del collar. Desesperanzado, decidí autodesinformarme, prensa y  televisivamente hablando, por lo que durante años sólo encendí el televisor para disfrutar de puntuales eventos deportivos, algo que sigo haciendo, siempre que mi hijo me lo permite, claro. Reconozco que fui algo más feliz, ya que apruebo la máxima que el ignorante vive con menos temor que el informado. Pero como persona curiosa que soy, el zombinismo informativo duró poco en mí y decidí pasarme a la lectura. Si quería informarme sobre algo, me compraba algún libro que tratase del tema escogido en cuestión. Por mis manos pasaron libros que hablaban sobre la problemática judio-palestina, el 11-S, el GAL, Paesa, Bush, macroeconomía, historia antigua y medieval, los conflictos bélicos, etc. La literatura despejó muchas de las dudas que mi mente había ido creando a lo largo de los años, algo que siempre le agradeceré. Pero llegó la crisis, y con ella la congelación de sueldos, las incesantes subidas de la luz, los aberrantes precios de los alquileres y demás abusos económicos que le hacen a uno elegir entre comer o culturizarse. Pero como cada problema tiene una solución, que por eso lo llamaron problema, y la tecnología me dio la posibilidad de llevar conmigo internet las 24 horas del día, decidí unirme a mi enemigo y descubrí un mundo nuevo para mi: el mundo Blogger. Hoy día soy seguidor de tres blogs, uno de actualidad, uno de economía y otro de política, además de tener una cuenta en Facebook, otra en Twitter, otra en LinkedIn y humearme el móvil por los distintos grupos de WhatsApp. No he dejado de leer libros, pero soy algo más selectivo que entonces. No puedo asegurar que lo que lea hoy día en Internet sea más o menos verídico que lo que pueda ver en televisión, pero lo que sí sé es que en la actualidad ninguno de los grupos de comunicación antes mencionados podrá influir en mí y en mi manera de entender este mundo de locos en el que me ha tocado participar. No sé si he hecho bien o mal, lo que sí sé es que ahora me informo cómo y cuándo yo quiero, de fuentes independientes, eso espero, y gratis.

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