jueves, 25 de junio de 2015

Respeto

Respeto, señores. Respeto. Por encima de cualquier cosa, el respeto debe reinar entre nosotros. Cuando he visto partidos de fútbol he podido saber cómo se sentían los romanos cuando pedían la muerte de gladiadores en los coliseos. ¡El circo llega a la ciudad! Pan y circo, señores. Rugimos, nos envalentonamos, nos golpeamos el pecho, nos volvemos animales. Perdemos el respeto hasta a nuestros hijos. Toda esa masa enfurecida, insultando al árbitro, al atacante contrario, a su defensa, al de al lado, a su Dios. Parece mentira la de insultos que podemos decir en 90 minutos. Todo eso el ser humano ya lo hacía dos mil años atrás. No hemos cambiado nada en ese sentido. De qué nos sirve la luz eléctrica si hay alguien que no quiere que sea gratis. Qué pena de humanidad. Qué asco.
Respeto, el respeto lo es todo. Es lo que te hace ir por la calle con la cabeza bien alta. Te hace ser empático, te hace ver el otro lado. Descubres por qué algunas personas se ríen antes de que hables, porque te respetan y a su vez te conocen. Hay que respetar a otro ser humano, sus opiniones, sus decisiones. No todos somos iguales. Ya una utopía, lo sé. Pero no digo que desee que esto sea así, creo que es lo que debería ser. No todos tenemos dinero, no todos somos del Betis, no todos hemos tenido la misma educación. Esto es muy importante. La educación, a mi modo de ver, es el pilar fundamental de la sociedad. Es esa raíz que si se corta, el árbol no vuelve a ser el mismo, da frutos agrios. La educación es imprescindible, la buena educación es obligatoria. Creo que la educación debería estar enfocada hacia el campo de las Humanidades desde bien pequeños. Yo haría estas asignaturas: matemáticas, lenguaje, inglés, informática, historia, filosofía y sociología. Después, a medida que avanzamos podríamos sustituir matemáticas por económicas, lenguaje por tercer idioma o literatura y la historia por las ciencias. A groso modo. La educación es principal, y empieza en casa. Si tu hijo ve que respetas a la gente, él respetará a la gente. Y al contrario. Que nuestra sociedad sea individualista no quita que podamos respetarnos los unos a los otros. Sigamos actuando en nuestro beneficio, pero sin olvidar intentar comprender qué siente la otra persona y sin hacer daño. Uno tiene que ser feliz por lo que ha conseguido, no por habérselo quitado a otro. No nos debe alegrar humillar al contrario. Es más, si somos capaces de ponernos en su lugar sentiremos pena por ellos y no los humillaremos. Si en una carrera ganamos a siete más, no vamos uno por uno riéndonos de ellos en su cara. Tenemos que respetar el trabajo y la dedicación que les ha llevado hasta la final. Nosotros, simplemente, hemos entrenado mejor que ellos. Igual nos pasará a nosotros cuando perdamos. A todos nos gustaría que nuestro rival nos abrazase y nos diese la enhorabuena. Sí, otra utopía. Y creo que ese respeto se enseña en casa, y después en el colegio, pero primero en casa. Mi generación ha tenido una buena educación. Nos hemos criado en grupo, conocemos muchos puntos de vista. Aprovechemos estas enseñanzas tan sociológicas y transmitámoslas a nuestros hijos. Ya les vamos a dejar un mundo físico de mierda, no les dejemos de herencia una educación también de mierda.
Respeto siempre. El ganador debe saber ganar y el perdedor debe saber perder. Sobretodo éste último. Respeto a nuestra especie. No deberían existir los "te jodes". Educación, siempre el pilar de una buena sociedad. Educar para comprender al prójimo, para ayudarlo en lo que se pueda, dejarnos ayudar por otros, ¿por qué no?. Porque uno da lo que recibe, y la cadena de favores puede volverse un tornado si no devolvemos el favor. Si uno es infeliz, vuelve infelices a los que le rodean, y los que rodean vuelven infelices a los que a su vez les rodean. La mariposa vuelve a hacer de las suyas. Respeten, eduquen bien y sean felices.

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